Ciudad de México, mayo de 2019 (Notimex).– Entre 15 y 20 por ciento de los mexicanos han tenido parálisis del sueño por lo menos una vez en la vida, lo que popularmente se conoce como “se me subió el muerto”, señaló Guadalupe Terán, presidenta de la Sociedad Mexicana  de Investigación y Medicina del Sueño.

Este trastorno puede ser hereditario y se exacerba cuando las personas duermen poco o casi nada, así como cuando se pasa por episodios de mucho estrés.

Los trabajadores que doblan turno son más propenso a padecerlo, y actualmente la falta de sueño en jóvenes podría incrementar el problema.

En entrevista, Terán explicó que la fase del sueño tiene distintas etapas, entre ellas la de movimientos oculares rápidos cuando estamos soñando, y los ojos pierden su tono muscular.

Cuando por alguna circunstancia la persona se despierta en esa etapa al no tener control sobre los músculos de los ojos es imposible enfocar la vista, y pareciera que se ven sombras de personas u objetos sin poder distinguirlos con claridad.

“Podemos llegar a tener una alucinación visual o sensorial, entonces la gente refiere que ve a alguien o siente a alguien sobre la cama, lo cual genera mucha ansiedad y aumenta la repetición o duración del evento; la gente refiere que la pasa muy mal, que le da mucho miedo y lo correlaciona con cosas de espíritus y sobrenaturales”, indicó.

La también coordinadora de la Clínica de Sueño, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), dijo que esto se convierte en un trastorno del sueño cuando se presenta más de una vez en una noche o más de tres veces por semana.

Un neurólogo especializado en sueño es el médico que mejor puede atender esta condición, pero cuando se presenta de manera frecuente lo importante es mencionárselo a cualquier profesional de la salud para ser referido a las clínicas del sueño.