• SAGARPA Y SEMARNAT rehúsan pronunciarse

Texto y Foto por Salvador Y. Maldonado

  

ZAPOTLAN EL GRANDE, JALISCO Febrero 6 2017.- El empleo de  los llamados cañones antigranizo ha sido motivo de controversia  y agitación social en el medio rural en los años recientes, sobre todo en las regiones del Sur y Sureste de Jalisco.

Entre  productores de hortalizas (como berries y jitomate) y frutas (aguacate) se utilizan estos artefactos con el objetivo de proteger sus cultivos de daños por el granizo. Esto genera inquietud y protestas de quienes se dicen afectados, porque se quejan de que los cañones alejan las tormentas que les dejan agua para sus cultivos de temporal, como son los granos y la caña,  además de los pastizales para el ganado.

El diputado federal José Luis Orozco  Sánchez Aldana, afirmó que tanto la Secretaría de Agricultura (Sagarpa), como la   Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), no se han pronunciado puntualmente sobre este asunto, a pesar de que ya se tuvo un punto de acuerdo que hizo el exhorto correspondiente.

Ya son varios municipios jaliscienses, como Zapotlán El Grande, Teocuitatlán de Corona  Amacueca y Gómez Farías, por  citar sólo algunos, donde está en grande la efervescencia sobre el impacto de los cañones entre sus promotores  y sus detractores.

El exalcalde zapotlense, José Luis Orozco Sánchez Aldana abundó en que  el tema amerita una postura definida de las autoridades federales,, como del Gobierno de Jalisco, porque hay preocupación de productores que se dicen agraviados.

Insistió en que al momento no se tiene una posición clara de parte de las autoridades agropecuarias y ambientales, como para que se tenga certidumbre sobre la utilización  de los cañones.

Cuando Orozco Sánchez Aldana fue alcalde de Zapotlán El Grande  se gestionó que el Congreso de Jalisco, revisara la legislación específica que regule y marque lineamientos sobre el  uso de los cañones.

En ese tiempo el ahora regidor Roberto Mendoza Cárdenas, externó  que según información disponible al momento, en el Sur de Jalisco habría instalados, por lo menos 35 cañones que son propiedad de empresas y productores de cultivos de invernadero.

Quince  años de polémica

Por cierto, las crónicas y notas periodísticas de los últimos doce años registran una polémica entre los defensores y detractores del uso de los cañones, como se registra en la hemeroteca y en los archivos del ciberespacio.

Al respecto, el investigador del Instituto de Meteorología de la Universidad de Guadalajara (UdeG),  Ángel Meulenert Peña, en declaraciones publicadas en La Gaceta Universitaria, ha expresado que “no hay  bases científicas” para afirmar que los cañones impiden que llueva o que propicien daños ambientales.

Por  otro lado, el agrónomo udegeísta, José Luis Ortiz, señaló que los cañones “sí ahuyentan las nubes y perjudican el desarrollo de cultivos al reducir la precipitación pluvial”.

Este agrónomo aseveró que tanto, quienes usan los cañones, como quienes se oponen a ellos, tienen sus argumentos válidos para sus intereses, por lo que urge un papel neutral de la autoridad para generar condiciones de equidad entre las partes, lo que supone regular el uso de los artefactos. Adujo que “tan válido es el argumento de un productor de maíz que demanda para su cultivo, como de quien siembra jitomates o pepinos que pueden afectarse por una granizada”.

EL DATO

En el año 2002 hubo un movimiento de protesta social en Zacoalco de Torres que trajo consigo el decomiso de un cañón por la autoridad municipal ante la presión vecinal.

Los cañones suponen mecanismos que lanzan ondas sonoras que viajan a la velocidad del sonido y que   base de explosiones controladas de gases que desbaratan el granizo.

Los empresarios distribuidores de los cañones han afirmado también que estos aparatos no disminuyen a precipitación pluvial.