• Casó a dos miembros de la tripulación que pospusieron su boda por que el terremoto de Chile en 2010 derribó la iglesia donde se iban a casar.

Iquique, Chile. 18 de enero de 2018.- Carlos Ciuffardi y Paula Podest Ruiz se subieron solteros al vuelo y bajaron casados. El papa Francisco dio la bendición matrimonial a esta pareja de asistentes de vuelo a 15 mil metros de altura. Esto mientras viajaban de Santiago de Chile hacia la ciudad norteña de Iquique.

El hecho fue calificado por el Pontífice como un hecho “histórico” ya que nunca un Papa hizo algo similar. Los dos tripulantes del vuelo de la compañía ya estaban casados por lo civil. Pospusieron su boda a la iglesia porque en 2010 un terremoto derribó la iglesia donde se iban a casa en Huñoa.

De acuerdo al Diario La Vanguardia: Al saludar a Francisco durante el vuelo le contaron la historia y el pontífice se ofreció a casarlos. “¿Está seguro?”, le preguntaron los azafatos y Francisco les respondió: “¿Están seguros ustedes?”, según relató a los periodistas Ciuffardi. “Sí”, contestaron ambos y Francisco entonces afirmó: “Entonces les caso”.

El Papa les dijo que buscasen un testigo y actuó como tal el presidente de la compañía Latam, Ignacio Cueto, que se encontraba en el avión. Como en cualquier boda, Francisco bendijo los anillos y después pidió a uno de los cardenales que le acompañan que preparase el acta del matrimonio para que pudiese ser un evento legal.

Improvisada acta matrimonial de la bendición que el Papa Francisco dio a la pareja de sobrecargos en el vuelo Santiago-Iquique

“Celebrante: Francisco”, se lee en el acta de matrimonio histórica y que está firmada por ambos esposos, por Cueto y por Mauricio Rueda, el organizador de los viajes papales y que esta vez ejerció como testigo de bodas.

A los esposos, el Papa les comentó bromeando que los anillos “no se pueden llevar demasiado estrechos porque hacen daño, ni demasiado anchos porque se caen”. También Francisco les dijo que “este es el sacramento que hace falta en el mundo y por eso hago esto”.

Se conocieron siendo Paola jefa de Carlos y el Papa volvió a bromear con ellos y les dijo: “Y sigue siendo la jefa, ¿verdad?” y la esposa contestó con ironía que “por eso funcionaba el matrimonio”, del que han nacido dos niñas, Rafaella e Isabella, de seis y tres años, respectivamente.