Ciudad de México. 10 de octubre de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Desde hace 13 años, la empresa Biofábrica Siglo XXI desarrolla, junto con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fertilizantes hechos a base de microorganismos que ayudan a absorber del suelo nutrientes para las plantas. Este emprendimiento ha sido apoyado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), a través del Programa de Estímulos a la Innovación (PEI) en su modalidad Innovapyme.

“Los biofertilizantes elaborados principalmente con bacterias y hongos ayudan de forma natural y biológica a la nutrición de la planta. Una característica básica es que estos microorganismos tienen la capacidad de atrapar el nitrógeno atmosférico y convertirlo en amonio, elemento que aprovechan las plantas”, afirmó el director general de Biofábrica Siglo XXI, Marcel Morales Ibarra.

A su vez, los microorganismos con los que trabajan —Azospirillum brasilense y Rhizobium étli— se nutren de la relación que sostienen con el sistema radicular, y es un proceso que se da de manera natural en la vida vegetal, según explicó Morales Ibarra, quien es ingeniero agrónomo egresado de la Escuela Nacional de Agricultura.

El proceso de los fertilizantes químicos tiene el mismo principio de capturar el nitrógeno y convertirlo en fuentes que puedan resultar nutricionales para la planta pero de forma artificial, esto se logra a través de altas temperaturas y otros procesos que resultan tóxicos por su forma de elaboración.

Los microorganismos de estos productos también estimulan la secreción de fitohormonas, como el ácido indolacético, sustancia que es promotora de crecimiento y ayuda a que los sistemas radiculares de las plantas crezcan dos o tres veces más, dijo el fundador de Biofábrica Siglo XXI.

“Otro factor importante de los biofertilizantes es que pueden solubilizar nutrientes que están en el suelo pero no están disponibles para la alimentación de la planta, como el fósforo. La característica del fósforo de los suelos mexicanos es que se fija a las partículas del suelo y la planta no lo puede asimilar, estos biofertilizantes hechos a base de microorganismos facilitan liberando el fósforo de las partículas del suelo y permitiendo que la planta se pueda alimentar”.

La empresa Biofábrica lleva más de 13 años trabajando bajo dos líneas de productos, las bacterias fijadoras de nitrógeno y los hongos como la micorriza. La experiencia e investigación, comentó el doctor Marcel Morales, los ha llevado ha encontrar una sinergia entre las bacterias y los hongos.

Una de las principales diferencias con los fertilizantes químicos es que los procesos de producción tienen altos costos y son muy contaminantes, pues desprenden una gran cantidad de gases de efecto invernadero, el problema fundamental es que reducen drásticamente la vida fértil del suelo.

“Los productos químicos son ineficientes en términos de aprovechamiento de la planta, es decir por cada 100 kilos de fertilizante que se agregan al suelo, la planta solo va a aprovechar 20 kilos, por lo que representa un gran margen de desperdicio, y estamos hablando de que estos fertilizantes son el insumo más caro en la producción agrícola”, aseveró el director general de la empresa.

En este caso, los biofertilizantes no contaminan y enriquecen la capacidad productiva del suelo, además de que son muy económicos y en ningún momento van a degradar la capacidad productiva, afirmó Marcel Morales.

Efectos curativos en las plantas

Otra de las bondades del uso de este tipo de biofertilizantes hechos a base de microorganismos es que se ha comprobado su efectividad para mejorar la resistencia hacia las plagas, incluso ayudan en procesos de curación de plantaciones afectadas.

“Lo que tienen los biofertilizantes —que nosotros hemos observado de manera repetida— es que generan una resistencia al problema de plagas y enfermedades, hemos observado un proceso curativo en plantaciones infectadas. Un ejemplo es el problema de la roya del café, hace cuatro años empezamos a aplicar estos productos en plantaciones de café infectadas con la roya, se empezó a notar que con la presencia de los biofertilizantes había un proceso de recuperación de la planta”.

La roya en el café hace que la planta pierda sus hojas y con la aplicación de biofertilizantes se observó que a las plantas que se les aplicaron los microorganismos empezaron a florecer y eventualmente recuperaron su capacidad de producción.

“Los biofertilizantes no combaten el hongo que produce la plaga y enferma las plantas, es decir no actúa como un fungicida. Lo que hacen los microorganismos del biofertilizante es generar una serie de reacciones fisiológicas y químicas en defensa de sí mismo”, explicó el fundador de Biofábrica Siglo XXI.