Ecuandureo, Michoacán, Diciembre 2016.-  Entre La Piedad y Zamora está Ecuandureo, a 13 kilómetros del centro de la cabecera municipal está Moreno de Valencia. Con sólo 155 habitantes, de acuerdo al censo del INEGI, esta pequeña localidad esconde muchas aventuras. Desde una carne asada, hasta deportes extremos como escalada y tirolesa se pueden practicar.

El camino que conduce a la comunidad es un verdadero reto para los amantes de los vehículos todo terreno. Amantes de las motocicletas e incluso practicantes del ciclismo de montaña encontrarán una ruta ideal para sus actividades. El final del camino delatará, no sólo un caserío pintoresco, sino un cuerpo de agua que refresca el ambiente.

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La iglesia y un pequeño jardín enmarcan un parque comunitario. Casi a la orilla del embalse hay cenadores y zonas de pasto donde se puede descansar con la familia. Los cenadores cuentan con asador y parrilla, aledaños a los mismos hay juegos infantiles.  El sitio es inmejorable para un pic-nic con amigos. En época de lluvias se puede comprar elotes a los agricultores y disfrutar de una deliciosa elotiza ya sea con maíz asado o cocido.

Claro, si usted quiere algo más relajado, puede pescar en la presa. Esto siempre solicitando permiso a los habitantes de Moreno de Valencia. De acuerdo a lo expresado con los propios lugareños se da permiso para pescar para quien quiera comer en el sitio con sus acompañantes, no para comerciar el pescado. Esto, porque es uno de los sustentos de esta localidad.

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La presa cuenta con un muelle, se puede llevar lancha o motos acuáticas. No se recomienda nadar en el sitio debido al fondo fangoso de la presa y a lo frío del agua. Pero otra opción es acampar a la orilla de la laguna artificial. Los amaneceres y ocasos, sobre todo en otoño, dan postales dignas de fotografía.

Pero la mejor parte de aventura es el muro de escalada que está a la orilla del embalse. Igualmente hay una tirolesa que va desde tierra hasta el extremo del muelle. Todo el trayecto es sobre el lecho de agua lo que añade emoción. Claro para vivir esta experiencia es indispensable rentar el equipo de los ejidatarios del lugar. Así se apoya a la economía de esta comunidad.