• En México se presentan de tres a seis casos por cada mil nacimientos
  • Se calcula que más del 80% de los adultos con autismo están desempleados

En el año de 2008, la Organización de Naciones Unidas decretó el 2 de abril como Día Mundial de Concientización sobre el Autismo, con la finalidad de que se promuevan sus derechos y se asegure su plena participación e inclusión, como miembros valiosos de nuestra tan diversa familia humana, para que puedan contribuir a crear un futuro de dignidad y oportunidad para todos.

De acuerdo a la definición acuñada por la ONU, el autismo es “una discapacidad permanente del desarrollo que se manifiesta en los tres primeros años de edad y se deriva de un trastorno neurológico que afecta al funcionamiento del cerebro, que afecta principalmente a los niños de muchos países, con independencia de su sexo, raza o condición socioeconómica, y que se caracteriza por deficiencias en la interacción social, problemas en la comunicación verbal y no verbal y patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos y repetitivos.”

La tasa del autismo en todas las regiones del mundo es alta y tiene un terrible impacto en los niños, sus familias, las comunidades y la sociedad. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, en México se presentan de tres a seis casos por cada mil nacimientos y en 2015 se diagnosticaron 6 mil casos nuevos.

Las personas con autismo son muy susceptibles a la discriminación ya que su conducta es poco comprendida entre su círculo social más cercano. Puede traer importantes dificultades económicas a las familias, dada la falta de recursos de salud en los países en desarrollo. La estigmatización asociada con el autismo sigue siendo un obstáculo  importante para su diagnóstico y tratamiento. La ausencia de trastornos del espectro del autismo y otros trastornos mentales entre los niños de las listas de las principales causas de muerte ha contribuido a su abandono en las políticas públicas.

Una de las principales barreras a los que se enfrentan es la exclusión laboral, ya que se calcula que más del 80% de los adultos con autismo están desempleados. Entre las trabas que se deben superar para desencadenar este potencial encontramos: una escasez de formación profesional, un apoyo insuficiente a la inserción laboral y una discriminación generalizada.

Desde hace un par de años se ha implementado en la conmemoración el uso del color azul rey para hacer visible esta causa.