Aprender a tolerar la incertidumbre
Nosce Te Ipsum Por: Josman Espinosa Gómez

Hay pocas cosas en este mundo de las que podemos estar seguros, una es que todos moriremos algún día y otra talvez es que el Sol saldrá cada mañana, sabemos que es imposible controlar todo lo que pasa en nuestras vidas, pero aceptarlo, en ocasiones, puede ser mucho más complicado, y es cuando optamos por mantener la mente ocupada para aliviar la inquietud de “no saber”.

El no saber qué va a pasar y la inseguridad que esta sensación nos crea, nos impulsa hacia un intento desesperado de controlar el futuro y anticiparnos como sea hacia un sinfín de probabilidades; sin embargo, estos pensamientos a pesar de proporcionar esta ilusión de control momentáneo y la idea de sufrir por anticipado no varía la probabilidad real de que algo suceda.

Seguramente en tu día a día has detectado algunos de los comportamientos más evidentes que nos hacen ver que nos hace falta trabajar la tolerancia a la incertidumbre,  aquí algunos de ellos:

a) Evadir: mucho se habla de evadir responsabilidades, pero realmente se trata de evitar realizar ciertas actividades, incluyendo aquí el hecho de evitar a ciertas personas, lugares y situaciones.

b) Revisar: se trata de revisar las cosas una y otra vez para asegurarse de que todo está siempre perfecto y no tiene errores. También incluye la necesidad constante de informarse de todo buscando certezas.

c) Buscar alivio y seguridad: hay personas que se pasan el día preguntando a la gente la misma cosa una y otra vez, pues les da sensación de seguridad.

d) Hacer listas: muchos hacen listas con el propósito de no olvidar nada, hasta sobre las cosas más triviales.

e) Preocuparse: síntoma clave en personas con intolerancia a la incertidumbre y, por tanto, con altos niveles de ansiedad, pues se pasan el día dando vueltas a las cosas sin llegar a un fin razonable.

f) Negarse a delegar: este tipo de personas sienten que es mejor si ellos mismos se encargan de todo, para así tener mayor control sobre las mismas.

Si reconoces que te ha pasado más de una vez alguno de los ejemplos anteriores, tienes dificultades para tolerar la incertidumbre hacia el futuro y de seguro te sientes con mucha ansiedad, por lo que te invito a reflexionar respondiendo a la pregunta:

“¿En qué pienso y qué hago cuando necesito tener mayor certeza sobre el futuro?”, luego describe estas sensaciones, ideas o experiencias lo mejor que puedas, esto te ayudará a verlas desde otro punto de vista. Recuerda que tus preocupaciones son sólo pensamientos, en su mayoría irracionales o sin fundamento, por lo que puedes intentar distraer tu mente para frenar tus rumiaciones con actividades alternativas, o también puedes hablar con tu gente cercana y preguntarles cómo enfrentan ellos la sensación de incertidumbre que les toca experimentar. ¿Podrías hacer lo mismo que hacen ellos en las situaciones que sean más desafiantes para ti?

Al final del día, todos sabemos que la vida en si es una incertidumbre constante, por lo que aquí algunos consejos que puedes considerar para empezar a sobrellevar la situación:

  • Acepta que la incertidumbre es parte de la vida. No intentes controlar ni estar seguro de todo, todo el tiempo, no puedes predecir el futuro, así que trata de dejarlo ir.
  • Trata de hacer ejercicios de visualización que te ayuden a aceptar las posibilidades. Imagínate qué pasaría si el desenlace es uno u otro, y luego ve más allá, si pasara el peor de los casos ¿qué harías? Y luego ¿podrías enfrentar eso? ¿De qué manera? Y en el supuesto (poco probable) de que no fuera así, ¿podrías poner en marcha un plan B, algo totalmente distinto para salir de eso que te molesta o dificulta avanzar?
  • Intenta cambiar alguno de tus comportamientos que te hacen sentir seguro, sólo para variar, y relacionarte con las sensaciones. Cambia, haz algo distinto y luego evalúa el resultado, quizás te sorprendas.
  • Controla tu pensamiento negativo y trata de desarrollar un pensamiento más realista, más positivo, sin exagerar en negatividad, pero tampoco exclusivamente en un lado de la balanza.

Por desgracia, la comodidad de la certeza no puede ser una necesidad, porque el mundo está lleno de imprevistos incómodos. Por lo tanto, quien tiende a preocuparse suele tener una asignatura pendiente: aprender a tolerar mejor la incertidumbre, hoy puede ser un buen día para aceptar ese reto y hacer de tu vida una experiencia de vida que vale la pena vivir a diario.

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