Anorexia y bulimia: los riesgos en redes sociales

Guadalajara, Jalisco. (Agencia Informativa Conacyt).-Los adolescentes corren un mayor riesgo de desarrollar algún trastorno de la conducta alimentaria (TCA) como anorexia o bulimia, debido al uso que puedan dar a sus redes sociales.

Ello, ya que las redes sociales ahora son parte del sistema natural de validación de los adolescentes, por lo que puede afectar la manera en como perciben su cuerpo y construyen su imagen ante sus pares.

La doctora Luz María Pérez de la Torre, nutrióloga adscrita al Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”, señaló lo anterior en su ponencia Impacto de las redes sociales en la percepción corporal de los adolescentes, dictada en el XIX Congreso Internacional Avances en Medicina (CIAM).

“La imagen corporal no nada más se refiere a la imagen de las dimensiones de la corporalidad, sino también las actitudes y valoraciones que el individuo tiene en relación con estas dimensiones o con los sentidos, creencias y significados”, afirmó.

Acorde con la investigadora, el hecho de que exista una imagen de la corporalidad desfasada puede poner en riesgo los hábitos alimenticios de los adolescentes, manteniendo un estado de subalimentación o con déficit de los requerimientos básicos nutrimentales, por lo que consideró que puede ser un impulso para el desarrollo de TCA.

El culto al cuerpo y a la belleza, los constantes anuncios publicitarios de ropa y productos de moda y la interacción con otros adolescentes, traducido en presión social, influye en la construcción de la percepción corporal del joven.

“Los adolescentes tienen una necesidad psicosocial de abandonar a los padres para irse a las escuelas y a la calle con los amigos a validarse a través de ellos. Empiezan a manifestar preocupación por su imagen física, por la ropa que utilizan y por cómo se ven; comienza a ser un tema de preocupación cómo se ven percibidos. Estas necesidades de independencia, autonomía e integración con sus pares se ven resueltas con las redes sociales”, señaló.

A ello se suma que los adolescentes de la actualidad, que comprenden el grupo de jóvenes de entre 12 y 17 años, son parte de la primera generación nativa digital, conocida como generación Z. Según refirió la doctora, se caracterizan por ser más discretos y menos atrevidos que los millenials.

Dado que su desarrollo siempre se ha visto rodeado por las nuevas tecnologías de la información como el Internet, redes sociales y smartphones, “reciben información de manera instantánea y pierden el interés de la misma manera. Necesitamos entender cuáles son las características que engloban estas nuevas generaciones”, comentó.

Juventud en red 

Ocho de cada 10 adolescentes pasan en promedio cuatro horas conectados a Internet, acorde con el Estudio de Consumo de Medios entre Internautas Mexicanos. Facebook, YouTube y Twitter son las redes más utilizadas en el país, seguidas de Instagram y Google +.

La doctora Pérez de la Torre enfatizó que existen desventajas sobre el uso de redes sociales como expresión sociocultural, entre las cuales figura la creación y destrucción rápida de vínculos y la generación de expectativas falsas sobre la belleza, éxito y felicidad.

Además, los vínculos creados son usualmente débiles y se es más susceptible a sentir tristeza o depresión, que pueden afectar el rendimiento escolar y provocar TCA, además de problemas de abuso de alcohol, drogas y relaciones sexuales sin protección.

Por su parte, la doctora Silvia Lerma Partida, coordinadora de la maestría en ciencias de la salud de adolescencia y juventud de la Universidad de Guadalajara, mencionó que la edad promedio en la que se presentan TCA por uso de redes sociales es entre los 12 y los 15 años de edad.

“Los TCA son multifactoriales. La cantidad de adolescentes con TCA por redes sociales se va incrementando cada vez más, así como el embarazo no deseado en niñas”, afirmó.

La catedrática señaló en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt que además de TCA, el uso inapropiado y sin vigilancia de las redes sociales por parte de los adolescentes puede derivar en conductas como adicciones, embarazos no deseados, entre otros.

Photoshop y selfies 

Pérez de la Torre afirmó que las mujeres son más presionadas para acatar una serie de requisitos dictados por la sociedad a través de estas redes sociales. En el caso de los hombres, se valora el deseo de ganar peso por musculatura, la agresividad, autonomía y una actitud dominante, mientras que las exigencias para las mujeres abarcan la complacencia, pasividad y un permanente deseo de perder peso.

“La continua exposición al bombardeo de imágenes retocadas puede provocar que los adolescentes presenten estados de ansiedad. Son muchos requisitos imposibles de alcanzar”, acotó la doctora.

“En las redes sociales se manejan muchas fotos y se utiliza en exceso el Photoshop y otras herramientas para mostrar únicamente modelos delgados. Eso es lo que se valora y lo contrario se rechaza. Aunque no se diga que tener sobrepeso u obesidad es malo o feo, eso se entiende. Al aceptar la delgadez como éxito, belleza y felicidad, se está rechazando todo lo demás”, dijo.

¿Controles parentales? 

La también catedrática de la Universidad de Guadalajara comentó que la mejor estrategia para evitar estos problemas es la prevención.

“Los adolescentes en esta etapa tienen que estar vigilados. Muchos de ellos pueden estar teniendo actitudes que les lleven a tener implicaciones graves en su desempeño profesional futuro”, comentó, a la vez que añadió lo mejor es que se muestren pasivos en el uso de redes sociales y se abstengan de subir material hasta la mayoría de edad. Sin embargo, muchas veces los padres no saben utilizar las redes sociales, lo cual es un obstáculo para esta estrategia.

Una solución que planteó la especialista es la inserción de clases de nutrición en el currículo escolar, para que ahí se abarquen temas de percepción corporal y autoestima relacionada con la corporalidad. La doctora Silvia Lerma Partida coincidió, además de agregar que se debe procurar una educación básica que enseñe a los niños y jóvenes sobre el manejo de emociones, autoeficacia y resiliencia.

Pérez de la Torre comentó que llegada la madurez disminuye el riesgo de presentar TCA por la depresión y ansiedad que puede llegar a generar el uso de redes sociales.

“La era de la tecnología y digitalización no se va a detener. Si estamos interesados en el desarrollo y atención de adolescentes es importante entender sus procesos de socialización. Necesitamos vincular con los adolescentes a través de la consulta y charlas a fin de comprender cómo es que se forjaron la imagen corporal de ellos mismos”, concluyó.