• Sería un desastre que se remate: Unión Ganadera  de Jalisco.
  • Urgen a rescatar esta obra de más de $1000 MDP.
  • Por Salvador Y. Maldonado Díaz

Tlaquepaque, Jalisco. 13 de junio de 2018.- El rastro TIF de Acatlán de Juárez, el  mayor proyecto en su ramo impulsado en Jalisco impulsado en años recientes, con más de mil millones de pesos canalizados en una década,  está en una grave crisis económica y de desunión entre  sus inversionistas. Incluso de confrontación.

Este centro de matanza podría ser  rematado por las autoridades federales, por la insolvencia de sus promotores ante los adeudos que se tienen por el pago del financiamiento que se hizo, según lo  expresó el tesorero de la  de la Unión Ganadera de Jalisco (UGRJ, señaló Arnulfo Magaña Ramírez.

Por otra parte, el ganadero Raúl Arenas López, integrante de una empresa líder en la engorda de reses,  refirió que el entrampamiento en que ha caído este rastro por parte de sus promotores ha impedido que varios productores de carne incurran  en la exportación de cortes, como ya lo hacen los ganaderos y empacadores de varios Estados del país, sobre todo los norteños.

Arenas López consideró  que ha sido lamentable la inadecuada gestión de los promotores del rastro, sobre todo en la relación con la autoridad municipal, lo que llevó a la clausura del centro de matanza.

Tanto, Arenas López, como Arnulfo Magaña, cuestionaron que ha sido también desafortunada la decisión de los promotores en dejar de convocar a asambleas de socios accionistas.

Al respecto, miembros del equipo del dirigente del organismo promotor del rastro, Fernando Corona Alcalá, han informado que en breve este ganadero encabezará una rueda de prensa sobre el estado actual del proyecto.

Magaña, también exdirigente del gremio local de engordadores,   relató que “junto con otro grupo de ganaderos  hemos visto con tristeza que no podemos aprovechar el rastro. A pesar de que  ya está concluido y que se llegaron a sacrificar diariamente 400 cabezas de ganado y actualmente está cerrado por trivialidades como es un pago impuestos que solicita el municipio, creo que se cometió el error de no tener la licencia y alguna falla en la planta de aguas residuales, aspectos que se pueden solventar. Fuimos llamados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) porque nos quiere informar que está a punto de rematarse este rastro”, según explico el también expresidente del gremio ganadero.

El directivo de la UGRJ puntualizó que el principal problema es que estas instalaciones se construyeron con apoyos de programas como el Fondo de Capitalización e Inversión del Sector Rural (Focir), instituciones del Gobierno Federal en donde participan también bancos y la SAGARPA, inversionistas privados que arriesgaron su capital y consideran que no es justo que se vayan a perder estas instalaciones de primer nivel por falta de apoyo de las autoridades y de consenso entre sus involucrados.

Hizo mención de que “el rastro está rentado a una empresa  que nada tiene que ver con la ganadería, no ha pagado la renta, entonces tiene que recuperarse esta operación para beneficio de los jaliscienses” ya que no es posible que tengan que llevar su carne a otros mercados porque aquí no la pueden vender por falta de herramientas para la certificación de la carne, como lo es un rastro TIF.

Recordó que “si se perdiera este espacio va a representar un serio retroceso para el sector ya que todo el esfuerzo que hagan los productores por tener animales sanos y de calidad, no se verá capitalizado ya que no tendrán la certificación y su producto no podrá ser ni exportado ni vendido en las grandes cadenas comerciales”.

EL DATO

En este rastro se han invertido más de  un mil millones de pesos en recursos públicos y privados.

Cuando se iniciaron las obras para este rastro, éste se consideró que sería el mayor del país. Sin embargo, posteriormente  el centro de matanza del Grupo Viz del  empresario Jesús Vizcarra Calderón, establecido en Tlahualilo, Durango, se estableció con mayor capacidad de sacrificio. Esta empresa norteña es el negocio líder nacional en la engorda de ganado vacuno y el sacrificio de su carne, y en las exportaciones de carne y derivados.

Entre los  accionistas del rastro, figura el gobierno Federal a través del Fondo de Inversión y Capitalización Rural (FOCIR) ; el Gobierno de Jalisco ; además de accionistas particulares y  132 Asociaciones Ganaderas Locales (AGL) integradas en la Unión Ganadera Regional de Jalisco que su momento fueron integradas como socios.