• 117 kilómetros por la región Sierra Occidental de Jalisco.
  • Por Salvador Y. Maldonado Díaz

Guachinango, Jalisco. 17 de noviembre de 2017.- En la Ruta del Peregrino el referente por excelencia es la Virgen del Rosario de Talpa y su santuario.

Pero a este circuito se han    integrado varios espacios de arquitectura secular  recientemente construidos con el fin de enriquecer este itinerario de profundo arraigo  entre los romeros a lo largo de varias generaciones.

En este contexto, el  territorio de la Ruta del Peregrino de Talpa se convierte gradualmente en un espacio propicio para diversas experiencias, desde las vivencias religiosas que confluyen en su santuario mariano de tradición centenaria, hasta las otras vivencias  de quienes aprecian el contacto con la naturaleza y la apreciación del patrimonio histórico y cultural de sus lugares más significativos.

Pueblos mineros, imponentes montañas, casonas y haciendas rústicas, iglesias y diversos íconos de un paisaje serrano, junto con las los guisos de la comida casera (como sus picones, sus salsas martajadas y sus quesos y panelas de rancho) y las bebidas regionales, como la ruda raicilla de agaves silvestres,  son algunos íconos de este recorrido en varios lugares de  la Sierra Occidental de Jalisco.

Así lo describe Rodolfo Herrada Espinosa, un promotor tesonero de este recorrido que abarca varios municipios jaliscienses: desde Ameca hasta e San Sebastián del Oeste y que integra a tres Pueblos Mágicos de Jalisco: Talpa de Allende y Mascota, además del anterior.

Este turistero refiere afortunadamente se ha originado un flujo adicional de visitantes en tiempos distintos a la tradicional época de grandes peregrinaciones y caminatas que se tiene en el periodo de la cuaresma y la Semana Santa.

Este entrevistado resalta que hay mucho que apreciar en la ruta, desde las vetustas casonas, sus haciendas e iglesias, hasta las construcciones y obras escultóricas que recientemente se instalaron para hacer llamativo el recorrido con diversos mensajes plasmados ahí por arquitectos contemporáneos.

Puso el caso de las aportaciones del arquitecto chileno Alejandro Aravena, quien dejó su huella en varias obras, como la ermita en el imponente desfiladero del cerro del Espinazo del Diablo en el municipio de Atenguillo.

También hizo mención de las aportaciones de la arquitecta  mexicanas Tatiana Bilbao y Rosana Montiel; el arquitecto chino Ai Weiwei;  y los arquitectos mexicano Luis Aldrete y Derek Dellekamp.

Hizo  mención de que el hecho de que este arquitecto ganara en 2016 e Premio Prizker de Arquitectura (algo equivalente al Premio Nobel en esta disciplina), propició que la gente conocedora del tema se interesara en conocer el legado  de este profesionista en esta ruta turística de Jalisco.

Las obras de arquitecto sudamericano, además los otros mencionados que también dejaron su huella en la ruta, han sido motivo de que se genere una corriente de visitantes en forma adicional a los que van a esta demarcación por motivos estrictamente religiosos.

Más promoción de la ruta

Herrada Espinosa destacó que a últimas fechas se ha tenido más interés de los municipios involucrados en hacer la tarea de difusión y de que se incremente el número de guías especializados.

Hizo mención de que un dato significativo ha sido el hecho de el ayuntamiento  de Guachinango estableciera en su organigrama municipal  la  Dirección de Turismo, dado que no se contaba con una área específica para este propósito, sino solamente una regiduría que llevaba parte de la agenda sobre el tema.

En la promoción del turismo en Guachinango, se destaca sus antiguas minas. Una de éstas forma parte del recorrido. Este pueblo hace 40 años todavía vivió una efímera bonanza que terminó en un  desencanto con el escandaloso fracaso del yacimiento de El Barqueño.

Un político testigo de este fracaso fue Francisco Labastida Ochoa (el perdedor ante Vicente Fox en la elección del año 2000), alguien muy conocedor de la región  por sus vínculos familiares en el municipio de Atenguillo y que entonces  era el secretario federal de Energía y Minas.

El entrevistado expresó que para conocer a fondo este recorrido, hay hacerlo desde su tradicional punto de partida, como puede ser la misma cabecera municipal de Ameca, o bien la `población amequense de Lagunillas, donde también se encuentra una de las nuevas obras.

También trajo a colación que en  breve se pretende hacer un relanzamiento del Pasaporte del Camino a Talpa,  como una forma  de estimular a los viajeros al recorrido de toda la ruta, a la manera de lo que se hace en el Camino de Santiago en Europa.

EL DATO

Esta ruta se extiende sobre una distancia de 117 kilómetros y atraviesa los municipios de Ameca, Guachinango, Mixtlán, Atenguillo, Mascota y Talpa de Allende.

Anualmente esta ruta de turismo religioso capta entre tres y medio y cuatro millones de visitantes.

Alguien ha dicho que lo que España tiene en su polifacético Camino de Santiago, Jalisco lo puede tener en este recorrido, cuyos íconos han sido tocados en varios campos del arte, como el  cuento Talpa de Juan Rulfo en El Llano en Llamas (obra llevada también al cine), o diversas canciones populares.

Recientemente el municipio de Mixtlán estableció la Feria del Hongo, como instrumento de promoción turística y científica en el tiempo de lluvias, cuando ocurre la emergencia de varias especies de hongos silvestres.

A partir del año 2009 se comenzó la construcción de obras monumentales en varios puntos de la Sierra Occidental, éstas han obtenido diversos premios tanto nacionales como internacionales, lo que ha permitido diversificar la oferta turística y captar nuevo público, además de los viajeros con motivos religiosos.