• El patrimonio de 70 millones de ricos es superior al de 7,000 millones de personas en la Tierra.
  • 9 de cada 10 grandes empresas tienen filiales en al menos un paraíso fiscal, asegura el estudio.
  • El uno por ciento de la población mundial tiene mayor riqueza que el resto de la humanidad.

Oligarcas, jeques petroleros o herederos de fortunas de miles de millones de dólares: según un estudio de la organización no gubernamental Oxfam, las 62 personas con más riqueza del mundo poseen actualmente “exactamente lo mismo que la mitad más pobre de la población mundial”. Hace un año, ese patrimonio estaba en manos de las 80 personas más ricas del mundo.

En casi todas partes crece de forma dramática la desigualdad social, denuncia Oxfam en un estudio. Según los autores, algunas de las causas son la aplicación de impuestos totalmente insuficientes a los grandes capitales y sus ganancias, así como la continua transferencia de beneficios a paraísos fiscales.

“El uno por ciento de la población mundial tiene una riqueza mayor que el del resto del mundo en su conjunto”, señala el estudio citando datos del “Informe sobre la riqueza 2015” del banco Credit Suisse. En otras palabras: el patrimonio de unos 70 millones de ricos es superior al de los otros aproximadamente 7 mil millones de personas en la Tierra.

En los cinco últimos años, el patrimonio de los 62 más ricos, entre ellos 53 hombres, aumentó en un 44 por ciento, a 1.76 billones de dólares Al mismo tiempo, el patrimonio conjunto de la mitad más pobre de la población se redujo en alrededor de un billón de dólares. Un descenso de un 41 por ciento a pesar de que en el mismo período la población mundial aumentó en 400 millones de personas, indica la organización humanitaria en su informe sobre el desarrollo social, que siempre presenta en vísperas de la reunión anual del Foro Económico Mundial de Davos.

Oxfam llamó a los aproximadamente 2 mil 500 políticos, directivos empresariales y científicos de más de 100 países que se darán cita del 20 al 23 de enero en la localidad suiza a que empleen su influencia para lograr que la brecha entre ricos y pobres se reduzca en vez de que se ensanche.

“Vivimos en un mundo cuyas reglas están hechas para los superricos”, afirma Tobias Hauschild, miembro de Oxfam Alemania. Ello hace más difícil la lucha contra la pobreza y las enfermedades. “Lo que se necesita es un sistema económico y financiero que beneficie a todos”.

Ese sistema, según el estudio de Oxfam, debe impedir que “las grandes compañías eludan su responsabilidad”. Nueve de cada diez grandes empresas tienen filiales en al menos un paraíso fiscal, asegura el estudio. Oxfam exige que los impuestos sobre los beneficios se paguen únicamente en el país donde estos se obtienen. Además, la responsabilidad de los políticos es acabar con los paraísos fiscales, que permiten a los superricos ocultar sus gigantescos capitales.

A fin de crear un sistema tributario internacional justo, es necesario, según Oxfam, obligar a las empresas a que informen públicamente y por países sobre los beneficios obtenidos y los impuestos pagados. Además, la organización humanitaria exige que los Estados pongan fin a una “competición ruinosa para ofrecer las tasas impositivas más bajas” y que hagan públicos todos sus incentivos fiscales.