BIOECONOMUNDO, por Rodrigo Diez de Sollano

El 1 de diciembre de 1955 Rosa Parks, una norteamericana de raza negra, se negó a ceder su asiento a un pasajero de raza blanca en el autobús urbano, por lo que conforme a la ley vigente en ese tiempo en el estado de Alabama, E.U.A. fue llevada a la cárcel. Para salir de la cárcel ella tuvo el apoyo de Martin Luther King y de otros dirigentes quienes coordinaron el boicot contra el transporte público urbano que llevó a los usuarios de este transporte a caminar horas para llegar a sus trabajos. La pequeña protesta individual de Rosa Parks fue el disparador de una serie de acciones colectivas que llevaron finalmente a terminar con la segregación racial en los autobuses urbanos y posteriormente a grandes avances en los derechos civiles de los afroamericanos. (1)

Hay casos de acciones individuales con resultados terribles para el protagonista pero con impacto en las acciones colectivas, por ejemplo: “El alzamiento del pueblo tunecino fue el primer conflicto de corte no islamista en un país árabe. Se inició con las revueltas que tuvieron lugar el 18 de diciembre de 2010, en torno a los acontecimientos que llevaron, un día antes, a Mohamed Bouazizi, un joven vendedor de frutas de 26 años en paro, a prenderse fuego públicamente en Sidi Bouzid, en protesta por las condiciones económicas y el maltrato recibido por la policía.”(2) Finalmente el gobernante en turno tuvo que renunciar y se realizaron elecciones democráticas por primera vez en la historia ese país, abriendo paso a la “Primavera Árabe”.

En estos y en otros casos exitosos, como el de Nelson Mandela al ser liberado de la cárcel en la época del apartheid en Sudáfrica después de una fuerte presión nacional e internacional en su favor, quienes realizaron alguna acción individual de protesta tuvieron el apoyo de otras personas y de organizaciones nacionales e internacionales, que convirtieron un acto individual en un símbolo importante para un movimiento colectivo.

El “BOICOT CAMINANDO” propuesto la semana pasada en un artículo de este medio implica una serie de acciones de protesta individuales realizadas todos los días, por ejemplo voy a la tienda a pie en lugar de utilizar el automóvil. Voy a mi trabajo caminando o en bicicleta. Llevo a los(as) niños(as) caminando a la escuela. etc. Estas acciones realizadas por cada persona no tendrían mayor impacto si se mantienen en el nivel individual. Se requiere la participación de las redes sociales, de los medios de comunicación y de las organizaciones nacionales e internacionales, para movilizar la opinión pública y así sea posible generar cambios en las políticas públicas.

En México existe un “hartazgo” social por la pésima actuación de las autoridades federales, estatales e incluso municipales y también en relación a los diputados y senadores. Urge un cambio de rumbo, tanto para controlar la corrupción como para detener la inflación e incrementar el poder adquisitivo de la población. Pero esta gran indignación social no tendrá consecuencias mientras no nos organicemos para pasar de las críticas y las acciones individuales a movilizar la opinión pública para realizar acciones que tendrán impacto a nivel general del país, como llevar a juicio a los funcionarios públicos corruptos, modificar el uso de los impuestos que pagamos los ciudadanos, etc.

Hay muchos temas que nos pueden unir a los mexicanos para generar un movimiento organizado hacia objetivos comunes, por ejemplo:

  1. Llevar a juicio y a prisión a los gobernantes y exgobernantes corruptos. Castigar severamente la corrupción tanto de funcionarios como de sus cómplices en el sector privado.

  2. Controlar el incremento de los precios de los energéticos como gas LP. y gas natural, gasolina y diésel.
  1. Incrementar los salarios mínimos para dar más poder adquisitivo a los sectores más pobres de la población.
  1. Generar más fuentes de trabajo con salarios dignos que arraiguen a los habitantes en sus lugares de origen y eviten la emigración.
  1. Reducir los sueldos y prestaciones de los funcionarios públicos de más alto nivel.

  2. Controlar y transparentar el gasto público.

Esta lista podría crecer, pero sería preferible iniciar con objetivos como éstos que sean sujetos a votación en una consulta popular, poniéndolos a consideración de todos los ciudadanos y no solamente de un grupo de “notables”. Porque no sólo “el gobierno” y los gobernantes serían responsables de su cumplimiento, sino también el sector privado, los académicos e intelectuales y los ciudadanos en general.

Y a final de cuentas la INDIGNACIÓN SE CONVERTIRÁ EN ACCIONES de toda la nación…

Twitter: @DeSollano


Fuentes de información:

  1. www.biografiasyvidas.com
  2. Documentos de Seguridad y Defensa-Escuela de Altos Estudios de la Defensa-Biblioteca Virtual de Defensa-Ministerio de Defensa-Madrid-2013